sábado, 3 de agosto de 2013

Oportunidades (Inicio de todo)



Ahí estaba yo, preparando la habitación donde iban a dormir María y su novio Ruben.

Por fin después de 3 meses, la había convencido para que viniera a Londres. Durante ese tiempo lo había intentado todo y no había funcionado ,la echaba de menos casi nunca podía hablar con ella, Ruben la tenía totalmente absorbida y yo me sentía perdida sin ella, siempre hablábamos deprisa y corriendo y se me olvidaba la mitad de las cosas, pero Vincent me había dado la idea, dentro de unos días él tocaba con banda en Londres por primera vez y me dijo que María no podía perderse eso ,a si qué lo utilicé para convencerla aunque se trajera a Ruben con ella, en el fondo no me importaba con tal de tenerla de nuevo a mi lado, sonreí como una tonta al extender las sábanas nuevas que había elegido para la cama donde iban a dormir ,menos mal que el ático de Vin tenía una habitación mas que si no... Al recordarlo levante la cabeza , “mi Vincent” que debía de estar ahora ensayando con los chicos en el estudio de Music Record, como un niño con zapatos nuevos, ese era  “mi Vincent” en estos momentos y como solía hacer cuando estaba a solas y se me iba la cabeza volvía al pasado y recordaba, recordaba la primera vez que le vi en persona y como esa primera vez me había cambiado el resto de mi perdida vida.

                                        6 meses antes...


María y yo ni dudamos en montar un viaje para ver a Vincent Owen, estaba de gira en EEUU y había hecho una especie de intermedio para volver a Londres y dar un simple concierto y estar unos días en casa y ni lo pensamos.

Ella por que se moría de ganas de verlo tocar en directo y yo por que simplemente me tenia atontada, y lo mas gracioso es que no era su voz ni su forma tan particular de cantar, era él, su sonrisa y su voz al hablar lo que me dejaban cao y con toda la ilusión del mundo nos plantamos en Londres por primera vez, como dos crías de 16 años emocionadas hasta las trancas por ver simplemente un taxi ingles.

Hasta la hora del concierto estuvimos deambulando por todo Londres con nuestro mapa y un millón de emociones, pero cuando se acerco la hora ya no me aguantaban las piernas y sin casi dejar descansar a María la arrastre casi hasta el sitio donde él tocaba y ahí empezó a jugar el destino con mi vida como si tirara a su antojo de el hilo que se supone que todos tenemos para manejarnos a su antojo, porque paradas en un semáforo, y yo tan ciega como iba, la única que se dio cuenta de que Vincent el mismo Vincent estaba en la puerta del local.
Cuando me lo dijo como mínimo la tierra debió de dejar de rotar o al menos a mi eso es lo que me pareció por que al verle hasta los coches se pararon para mi,era igual a como yo lo veía en los vídeos, pero diferente ,era real y era perfecto, era menos alto de lo que esperaba y mas delgado, era todo, además de mas guapo, pero claro viniendo de mi que se podía esperar. 

Cruzamos el semáforo pero yo ni lo veía María me llevaba con la mano en la espalda por que yo no podía ni moverme y cuando pasamos por su lado el ladeo la cara y me miro ,solo fue una mirada y me dejo como un fogonazo que tardo un buen rato en irse
Pero que para nada a mi me importo, porque estaba como mínimo en el olimpo y no con los dioses precisamente.
El tiempo hasta el concierto se hizo largo que era lo que yo quería que todo se parara y yo pudiera disfrutar de las vistas que Vincent me proporcionaba ,pero no  se puede parar el tiempo aunque quieras y cuando lo vi arriba del escenario ,mi corazón dio un salto mortal y se paro por unos segundos para volver a latir con todas las fuerzas ,ese era el poder que Vicent tenía sobre mi.
Si alguna vez fui consciente de lo que sentía por Vincent a pesar de todo lo que luego
ocurrió, fue en ese momento ,estaba enamorada de alguien que no conocía y que nunca iba a conocer o al menos eso pensaba en ese momento, cuando anuncio su ultima canción me dolió tanto y a la vez, sentí tanta emoción por lo que había vivido que me eche a llorar y mientras el cantaba bajo la mirada y sus ojos se posaron en mi, en todo el concierto lo había hecho, Vincent canta con los ojos cerrados y solo mira cuando esta tocando y en todo el puto rato ni había mirado y ahora que lloraba como una tonta me tenia que mirar.  

Joder!!, lo vi quedarse parado, solo fue un mini segundo pero me dio tal vergüenza que se me pusieron hasta las orejas coloradas.
ya ni le oí cantar aunque aparto su mirada de la mía tan rápido como me había mirado
ya me dejo bloqueada ,ni siquiera vi como íbamos a la barra a por una cerveza, solo lo veía a el mirándome.
María no paraba de decir lo bueno que era que que grande y yo seguía idiotizada hasta que volví a verle salir al escenario y mi corazón se disparo de nuevo ,lo vi recoger sus cosas con cuidado y luego bajar dando un salto mientras miraba hacia la barra, vale estaba claro que quería beber, pero unas tías lo pararon y el se puso a hablar con ellas
eso me molesto, sabia que a el no le iba a gustar ,pero era demasiado educado para decir nada ni ser descortés, lo que no esperaba era que en uno de esos movimientos de cabeza que tenia por costumbre, volviera a mirar hacia la barra y sus ojos chocaran con los mios, no, no podía ser, no podía estar mirándome a mi, vale que en la barra no había mucha gente al menos en ese lado¿pero a mi?.no solo era mi imanación seguro, porque enseguida bajo la cabeza y volvió a mirar a las tías que le hablaban.
-Nena tenemos que ir a hablar con él, antes de que se vaya o este con los amigos.- Oí que me decía María y yo negué con la cabeza no quería molestarle pero tampoco podía dejar de mirarlo -¿cómo qué no? nena, no vamos a tener mejor oportunidad.-
Yo ya lo sabia pero me aterraba el acercarme a el y mas cuando despacho a las tías y se dirigió a la barra a toda prisa pero María fue mas rápida ella y sus reacciones y sin mas me agarro y se planto delante de él, Vincent se paró en seco y la miró con cara seria y a mi me temblaron las piernas.
-Perdona Vincent, no queremos molestarte pero venimos de España...- Al oírla su cara se suavizo y ladeo la cabeza y volvió a mirarme, de golpe me quedé enganchada a sus ojos y me sentí clavada como en el suelo -enhorabuena por el concierto a sido genial.-
Vicent le hablaba pero el seguía mirándome,debía de estar pensando que era idiota o muda, pero es que no me podía mover, de repente el aparto su mirada y volvió a mirar a Vincent.
-Gracias por venir desde España. Me alegro que os haya gustado el concierto de verdad- le dijo sonriendo y a mí me pareció que tenía la voz aun más bonita que en los vídeos.
-Ya sé que tienes prisa pero... ¿podrías hacerte una foto con nosotras?- le soltó María y yo abrí mucho los ojos el sonrió aun mas.
-Claro- asintió y le paso el brazo por los hombros, mientras María le daba a una chica la cámara y le pedía si nos hacia una foto yo seguía paralizada, y mas cuando note que el me ponía la mano en la espalda justo casi en la cintura al notarlo, me dió como corriente y me tense al mirarle note que el también lo había notado por su cara y por que había quitado la mano, pero cuando pensaba que no la iba a poner lo volvió a hacer y esta vez la resbalo hasta llegar al otro costado y con suavidad tiro de mi y me atrajo hacia él, ni siquiera mire a la cámara solo sentía la mano de Vincent en mi costado y me estaba poniendo a sudar.
Cuando la chica nos hizo la foto se soltó de María, pero tardo unos segundos en hacerlo de mi y volvió a rozarme la espalda por lo que lo miré pero él le estaba volviendo a dar las gracias a María y después de hacerlo conmigo mientras me miraba de nuevo nos dejo allí y se fue a la barra dejándome sin aire en los pulmones.

La verdad, es que no era capaz de reaccionar y solo me hizo pestañear un poco la cerveza que nos pedimos en la barra mientras el pagaba la suya al otro lado, pero me duro poco por que volvió a levantar la cabeza y volvió a mirar, su sonrisa me hizo bajar la cabeza y no la levante hasta que se marcho.

Pero por alguna razón no desapareció o mejor no dejo de mirar el sitio estaba lleno pero el siempre que pasaba nos miraba y cuando parecía que iba a sonreír simplemente bajaba la cabeza cuando María y yo nos fuimos estaba mareada y no era del alcohol era de los ojos de Vincent y ese fue mi principio tan extraño que con el paso del tiempo seguía sin creerlo....

(Continuará...) 


Laura Red

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