viernes, 3 de julio de 2015

Cara de angel (Capitulo VI)


Dos días después Elizabeth volvió a casa de Mark Leblanc y como la primera vez le abrió la misma mujer con una sonrisa en los labios.

-Buenas tardes Sta Bates-le dijo apartándose de la puerta para dejarla pasar, al hacerlo ella le devolvió la sonrisa 
-Hola... perdone pero no se su nombre-recordó de repente mientras se quitaba el abrigo, la mujer volvió a sonreír
-Mi nombre es Sarah-le contesto cogiéndole el abrigo 
-Encantada-le dijo ella viendo como Sarah guardaba el abrigo en el ropero y su cartera de la Universidad

Como el primer día la acompaño hasta la puerta del estudio y allí se paro para mirarla.

-El señor Leblanc esta atendiendo una llamada, me a pedido que le diga que mientras él llega se prepare y le espere en el diván-le dijo abriendo la puerta.
-Gracias así lo haré-le aseguro entrando en el estudio.

Cuando Sarah cerro la puerta y la dejo en la habitación sola, Elizabeth respiro hondo, de repente se había dado cuenta del olor a pintura que hacia allí, un olor que le agradaba, un olor del que ella no estaba acostumbrada y moviendo la cabeza se dirigió hacia la habitación donde se cambiaba.Cuando lo hizo y se sentó en el diván seguía sola por lo que alzo una ceja.

Podía levantarse y acercarse a echar un vistazo al cuadro, nadie lo sabría... a no ser que hubiesen cámaras, al pensarlo sonrió moviendo la cabeza, por mucha curiosidad que tuviera no podía arriesgarse a perder esa gran oportunidad de ganar un buen dinero, además de que no quería que Mark la pillara infraganti y tampoco sabia como iba a reaccionar él si la veía curioseando su cuadro, si que se quedo donde estaba esperando a que él llegara.Mientras lo hacia se pregunto si él seria conocido en el mundo del arte... o tal vez era una joven promesa, aunque claro si él había pintado el cuadro que Jeremiah tenia en su apartamento imaginaba que algo de prestigio si tendría.

Perdida en esos pensamientos se abrió la puerta y entro Mark vistiendo un mono militar y ni siquiera la miro.

-Siento haberte tenido esperando-musito dirigiéndose hacia el caballete, al oírle ella negó con la cabeza.
-No importa, tampoco espere tanto-pensó en voz alta observando como él empezaba a rellenar la paleta de colores que tenia en un montón de tubos esparcidos por la mesa-no he tocada nada...

Al oírse cerro unos segundos los ojos,¿a que venia decir eso?¿por que lo había dicho?.Pero él ni se inmuto

-¿Estabas sola y no has sentido curiosidad de mirar lo que hay dibujado?-le pregunto girándose cara al cuadro 
-Bueno supongo que si yo fuese pintor me gustaría que mis obras las vieran cuando están terminadas,puedo esperar-le explico con toda la sinceridad que solía tener y por primera vez el aparto la mirada del lienzo y la poso en ella.

Desde esa distancia Elizabeth pudo ver una mirada fría y oscura en unos ojos inmensamente negros y sin saber por que se puso colorada hasta la raíz del pelo por como le ardían las mejillas, provocando que le apartara la mirada sin poder evitarlo.

-Me gusta que vean mis cuadros cuando están terminados, cuando los estoy pintando no creo que entiendan muy bien que puede salir de cada uno-oyó de repente al pintor haciendo que levantara la cabeza para volver a mirarle, no esperaba esa respuesta y mucho menos con tanta sinceridad, dada la poca conversación que habían tenido el primer día, por lo que sonrió con timidez.

Estar inmóvil durante tanto tiempo le permitia dejar volar su imaginación a donde quisiera, a veces estaba repasando mentalmente los trabajos que tenia de la Universidad, otras por el contrario simplemente se quedaba como hipnotizada mirándolo trabajar, el otro día no se había dado cuenta de que hacia gestos con la cara mientras pintaba, pero no tenia ni idea de lo que estaba pensando, no sabia si eso era bueno o no.

Y de repente Mark hizo un gesto de cansancio y soltó el pincel sobre la mesa.

-Vamos a descansar un par de minutos-susurro dejando la paleta también en la mesa, al oírlo ella echo la cabeza hacia atrás notando como los músculos se quejaban
-No se que debe de ser mas agotador, posar para un cuadro o pintarlo durante horas de pie llevando la paleta en una mano-medito frotándose el cuello. Mark que estaba observando el cuadro hizo una mueca, para luego mirarla de reojo.
-Posar para un cuadro es mucho peor-musito y ella suspiro
-Supongo... tengo que reconocer que no entiendo nada de arte, solo lo justo-pensó en voz alta y él volvió a mirarla de reojo, para después recoger de nuevo la paleta y el pincel.
-Volvamos al trabajo-le pidió y ella automaticamente se puso en la misma posición en la que estaba antes, apenas le había dado tiempo a disfrutar el descanso... si a eso se le podía llamar descanso, claro.

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