Desde el día que Jerone
llego a la granja supo que no iba a ser nada fácil el estar
allí. Los primeros días
los paso durmiendo en el suelo frente la chimenea echando
de menos su cama y los
cariños de su madre, en cuanto estuvo alimentado, lo
pusieron a trabajar,fue
duro, no sabia nada, estaba acostumbrado a tocar el
piano con su madre y a
leer con sus hermanos, a escuchar las historias que su
padre les contaba sobre
los de su raza y no entendía nada de animales es mas en
su casa solo los
utilizaban sus padres y su hermano mayor para alimentarse de
ellos y ahora el se veía
obligado a alimentarlos a ellos y desde luego los animales de la
granja no lo soportaban, cada vez que se acercaba a ellos se ponían
nerviosos y Jacob se reía pero a el no le hacia gracia, entendía
demasiado bien el nerviosismo que provocaba en los animales.
Una semana después de su
llegada recibió el primer castigo, ordeñando la vaca que mas leche
daba de la granja sin querer le tiro con una de las patas el cubo de
leche que estaba lleno, la leche....una de las cosas que llevaban al
pueblo mas cercano para sacar dinero
Cuando se entero Elizabeth
le dio 10 latigazos uno por cada litro que había
desperdiciado con una
cinta de cuero que tenia en la puerta de la entrada, Jerone no se
quejo, no dijo nada apretó los dientes y cerro muy fuerte los ojos, a
partir de ese día lo mandaron al establo a dormir con los animales,
en ese momento se dio cuenta de lo que le esperaba.
Y lo que le esperaba
durante los 7 años que le siguieron fue exactamente eso, trabajo
mucho trabajo y ser tratado como un esclavo sin ningún miramiento,
Jacob aun lo trataba un poco mejor pero ella le odiaba, no lo
soportaba, a medida que iba creciendo se fue haciendo mas fuerte,
levantaba las cosas sin ningún esfuerzo, notaba sus músculos en
tensión a la vez que sentía una extraña sensacion cada vea que
miraba a los animales, sed, ya apenas recordaba el olor de su madre,
ni el rostro de sus hermanos, ni siquiera de Joel que era con el que
jugaba mas, los recuerdos se borraban de su mente por días, solo era
como una maquina que no paraba de trabajar mientras lo trataban peor
que los animales que el cuidaba, olvido con el tiempo las veces que
le fustigaron con el látigo por cometer errores o hacer mal su
trabajo pero nunca se quejo solo espero su momento.
Y ese día llego cuando
empezó a sentirse mareado cuando estaba alimentado, cuando por las
mañanas le molestara el sol durante unos segundos, cuando le dolía
el estomago y se encojia sin saber el por que, hasta que una noche en
su cama de paja, oyendo a los animales mas nerviosos de lo habitual,
lo supo, supo lo que tenia que hacer, se levanto y bajo por la
pequeña escalera de madera y se quedo mirándolos con frialdad,
mientras la boca se le llenaba de saliva, los miro uno a uno y se
fijo en la vieja vaca que le regalo sus primeros latigazos y sonrió
acercándose, la vaca se movió inquieta pero el sabia que no tenia
nada que hacer a si que se acerco y la cojio del cuello, de un solo
movimiento la tumbo en el suelo, por mas que intento resistirse no
tenia nada que hacer con su fuerza, se arrodillo ante ella y la miro
de nuevo, oía al resto de los animales moverse mas inquietos que
nunca pero no le importo con la otra
mano le cojio una pata de
las delanteras y se la levanto buscando el punto
exacto donde notaba la
vena latir con desesperacion al tiempo que de una forma
extraña notaba como los
colmillos se le alargaban y se inclino con lentitud y mordió el punto
donde antes había notado la vena, en cuanto sus colmillos perforaron
la carne, la boca se le lleno del liquido caliente y con sabor a
hierro de repente su cuerpo se estremeció en 2 sensaciones extrañas,
por una parte asco un inmenso asco y por otra un placer que no había
sentido nunca y empezó a tragar sin pensar y no paro hasta que noto
que los latidos de la vaca se relantizaban a marchas forzadas
entonces solo por puro instinto, dejo de chupar y aparto su boca del
animal y le lamió la herida dejandose caer hacia atrás quedandose
sentado lamiéndose los labios, de repente supo lo que era, un animal
como los que compartian su lecho, un animal pero con una diferencia, el era un
depredador ahora lo sabia.
Desde ese día algo cambio
en el, la luz del sol le molestaba cada ve mas aunque
se sentía mas fuerte y sus
sentidos se habían agudizado de una forma exagerada, la vaca no murió
pero estuvo varios días enferma y sin dar leche, algo que tampoco
pareció anormal por que era muy mayor.
Desde ese día Jerone se
alimentaba de los animales cuando le dolía el estomago, elegía uno
cada vez distinto y a si se paso un par de meses, hasta que una noche
en que se estaba alimentando de uno de los caballos de arar se abrió
la puerta del granero y entro Jacob, Jerone no lo oyó ni lo olido,
estaba totalmente concentrado en su alimento, hasta que lo escucho
gritar, su instinto depredador le hizo girarse en
seco y gruñirle como un
animal al que le molestan cuando esta comiendo, el hombre lo miro
aterrorizado y casi se cayó al suelo.
Fue en ese momento cuando
el se dio cuenta de que su tiempo en aquel lugar había terminado, se
levanto de un salto, mientras Jacob se ponía a gritar totalmente
aterrorizado, Jerone le miro con frialdad y sin pensarlo dos veces
salio corriendo de allí, mientras volaba practicamente por el bosque
sintió que era una sensacion
conocida, la de correr sin
rumbo entre matorrales pero no recordó que le recordaba aquello, solo
que esta vez no tenia miedo, solo se sentía libre y completamente
solo...
Laura Red
No hay comentarios:
Publicar un comentario