viernes, 22 de mayo de 2015

Cara de Angel: (Capitulo II)



Elizabeth se presentó en la dirección del periódico el lunes siguiente cuando salio de la Universidad con toda la decisión que le daba su carácter, después de todo si no le gustaba el trabajo o le daba mal rollo siempre podía largarse como había ido.

Cuando llego a la dirección alzo las cejas, era el ático de unos apartamentos junto al rió, y después de respirar llamo al timbre, 

-Si-oyó casi enseguida en voz de un hombre 
-Buenas tardes, vengo por el anuncio del periódico sobre un trabajo-se oyó decir con seguridad
-Puede subir-oyó a la vez que el pitido de la puerta le llegaba abriendo mientras empujaba.

No estaba muy segura de ir correctamente vestida con su jersey negro de cuello alto y sus viejos y gastados vaqueros, además el complemento perfecto se lo daba la cartera bolso con los libros aunque claro viniendo de la Universidad no le había dado tiempo a ponerse algo mas adecuado.

Cuando llego a la puerta que ponía en el periódico volvió a llamar y rápidamente le abrió un hombre de unos 50 años, la verdad es que no esperaba un hombre tan mayor y tampoco tan elegante, el por su parte se quedo mirándola unos segundos y luego sonrió con una amplia sonrisa.

-Hola-susurro ella y él se aparto ligeramente para dejarla entrar

-Hola, tu nombre?-le dijo con dulzura 

-Elizabeth-musitó ella mirando a su alrededor. 

Aquel sitio era precioso, con mucha luz,muy bien decorado, mus masculino,, pero ella se paro delante de la chimenea, arriba había un cuadro de una mujer de unos 30 años sentada en la baranda de un mirador. Aquella mujer era muy bella, rubia, con el pelo resbalando por sus hombros hasta casi la cintura, de ojos azules, para Elizabeth aquello era vida, todo lo que podía haber de vida, de radiante vitalidad, una mujer soberbia, esbelta, erguida, arrogante...

El hombre cerró la puerta y se acerco sin dejar de mirarla, sabedor de que la joven estaba hipnotizada con el cuadro 
-Puedes sentarte-le dijo señalándole uno de los sofás, cuando se sentó el saco de uno de sus bolsillos una pipa y se dispuso a rellenarla... de verdad había aun gente que fumaba aquello? se pregunto Elizabeth- ¿cuántos años tienes?
-Tengo 23-le contesto ella 
-El trabajo es sencillo, solo hay que posar como modelo para un cuadro, tres veces por semana, dos horas cada vez, el sueldo es de 75 libras cada sesión-le explico con la misma tranquilidad con la que la había recibido y ella al oír el dinero estuvo apunto de soltar la carpeta.

-No es mucho dinero por dos horas? donde esta el truco?-le pregunto con descaro, haciendo que el sonriera 

-No hay truco y si te refieres a posar desnuda o algo así, olvidalo, simplemente se necesita un tipo de mujer adecuada- le dijo sin dejar de mirarla. 

La joven volvió su mirada unos segundos al cuadro que había sobre la chimenea durante unos segundos
-El único problema es que entre semana solo estoy disponible desde esta hora, voy a la universidad-medito casi en voz alta 
-Eso no es problema, solo son dos horas, pero hay algo mas, necesito una foto tuya-le dijo el después de encenderse la pipa, aquello si que no se lo esperaba, suponía que el era el pintor y si le estaba pidiendo una foto no entendía nada.
-Bueno no se si tendré alguna-murmuro abriendo la carpeta y mirando entre los libros.

-Si no tienes una foto, dejame tú número de teléfono-le dijo él, pero Elizabeth ya había encontrado una entre las hojas de un libro y sonrió 
-Solo tengo esta pero no estoy sola, estoy con mi hermano, le puedo apuntar el numero detrás-le dijo sacando su estuche para coger un boli
-No importa, mientras se te vea bien a ti-le dijo viendo como apuntaba el  numero.

-Perdone la pregunta, pero es usted el pintor-le dijo Elizabeth sin poder callarse mientras le tendía la foto y el sonrió una vez mas moviendo la cabeza.
-La verdad es que no y me temo que he demostrado muy poca educacional no presentarme, mi nombre es
Jeremiah Carey-meditó con malestar. Ella levanto un hombro tampoco le importaba mucho 

-No se preocupe,algo mas?-quiso saber guardando todo lo que había sacado de la carpeta, Carey negó con la cabeza 
-Por ahora no, si eres la elegida para ser la modelo ya me pondré en contacto contigo-le dijo por lo que ella se levanto colgándose la correa de la carpeta en el hombro. Cuando llego a la puerta Carey le tendió la mano
-Ha sido un placer-musito y Elizabeth le sonrió estrechándosela
-Si no soy la elegida me gustaría recuperar la foto si no le importa- le pidió y Carey asintió con la cabeza 
 -Por supuesto-exclamo rápidamente 
-Gracias-susurro saliendo del ático y cuando llego junto al ascensor alzo una ceja, 

Si el pintor era el mismo que el que había pintado el de la chimenea tenía que ser una pasada.

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