Si alguna vez Jerone pensó
que podría sufrir, no lo supo hasta ese momento en que se cerro la
puerta la primera vez de aquel lugar, dejándolo atado, ahí tuvo la
seguridad de que aquello no lo olvidaría nunca.
Después de meses incluso
años, no había nada que no hubiese hecho aquella mujer con el,
sentía una fascinacion que el no entendía por sus partes privadas,
llegando a enseñarlas a mas hembras como ella, cuando hacia aquello,
el aprendió a salir de su cuerpo elevarse hasta el techo y mirar
desde fuera como ella se retorcía jadeando, arañandole el pecho,
mordiéndole y se veía a si mismo con la cara aterrorizada,
descompuesta y llena de repugnancia, se vio a si mismo montado por
varias hembras una detrás de otra, disfrutando de aquello que emergía
de entre sus piernas y les producía esos gritos sin sentido.
Jerone había intentando
soltarse de mil formas, incluso se mordió a si mismo las
muñecas para intentar
soltarse pero lo único que consiguió es recibir azotes con las tiras
de cuero que colgaban de la sala una y otra vez pero solo en las
plantas de los pies, por que a ella le gustaba agradable a su vista.
El tiempo paso lentamente
mientras esperaba un momento de descuido para poder huir, aunque en
realidad estaba muerto por dentro, a pesar de que consiguiera escapar
de allí, seguiría muerto el resto de su existencia.
Y cada vez que ella volvía
con sus vestido de seda deslizándose sin hacer ruido
la respiracion de el se
aceleraba y cerraba los ojos, odiaba cada vez mas a aquella hembra,
cada vez que entraba para torturarle traía a mas gente con ella, les
oía reír y jadear a la vez, no entendía nada, les odiaba a todos,
soñaba con el día que se pudiera soltar de una vez y dejaba suelta
la imaginacion pensando en lo que haría si no estuviera atado.
Hasta que un día ella
entro acompañada de un par de machos y las mismas hembras que lo
utilizaban y se acerco con la misma sonrisa cruel en sus labios,
Jerone se movió en la mesa pero sabia que no servía de nada, ella
soltó un suspiro rozando su abdomen con suavidad
-Si al menos te hubieses
mostrado comprensivo, no sabes lo que me molesta tener que tenerte
aquí de esta forma-susurro como si hablase para ella sola bajando
sus manos hasta esa cuerda de carne que tanto le interesaba noto como
la masajeaba pero el como siempre no sentía nada
-¿Es que no me encuentras
atractiva?-musito con cierto tono de reproche, el por respuesta le
soltó un gruñido y ella lo abofeteo con rabia para luego inclinarse
y lamerle los pezones mordiendoselos, haciéndole sangre que ella
lamió con satisfacción, mientras el oía gemidos en la sala que no
procedían de ella, ella subiendo encima de el.
Jerone cerro los ojos y
ella le golpeo con el puño cerrado
-Mirame maldito, mirame al
menos-le grito pero el no abrió los ojos para nada hasta que ella
dejo de gemir y moverse encima de el cuando se bajo los abrió
mirándola con todo el odio del mundo y la hembra respiro hondamente
-Tal vez no le gusten las
hembras, tal vez le guste otras cosas-susurro y se giro para mirar a
los espectadores que allí habían
-Alguno quiere probar
suerte-insinuó y Jerone la miro sin entender nada, al oir varios
jadeos empezó a sentir un frió enorme que le recorría la espalda.
Cuando se acercaron varios
machos y le soltaron las ataduras de los pies intento
apartarlos a patadas gruño
y rugió pero estaba débil, no recordaba cuando le habían dado de
comer y no tenia fuerzas de repente se vio girado con la cara
aplastada en el frió mármol, le habían dado la vuelta, las risas
histéricas le dieron arcadas y cuando noto como alguien se subía a la
mesa y respiro el aroma se dio cuenta que no era una hembra, de
repente noto algo duro entre sus nalgas y sin mas lo noto entrar
dentro de el haciendo que gritase de dolor y de sorpresa el macho se
movía igual que la hembra pero aquello era mas doloroso.
Era mas que eso, entre los
gritos oía las carcajadas de los demás, estaba apunto de
desmayarse pero algo le
dijo que no debía hacerlo, no ahora, debía recordar ese
momento para no olvidarlo
nunca. Uno tras otro, los machos subieron a la mesa y repitieron
aquello haciéndole gritar y gritar hasta que olvido que lo hacia por
dolor, ahora lo hacia de pura rabia y de repente sintió algo dentro
de el una fuerza que nunca había sentido y empezó a tirar de las
ataduras como un loco hasta que el corte le llego al hueso, hasta que
uno de los postes se rajo como un cuchillo y se soltó.
Enseguida noto el frió
cuero en su espalda su carne se rasgo y se abrió pero el se echo a
reír, lo que hizo que alguien soltara un jadeo de rabia una y otra
vez le azotaron desgarrando su carne llenando la mesa de sangre su
sangre pero el siguió tirando de la otra atadura de la muñeca y
logro soltarse el rugido que dio hizo que todo se quedara en
silencio.
Ahora estaba sentado, ni
se había dado cuenta, al mirar a su alrededor solo vio caras de
sorpresa y de miedo eso le hizo sentirse mas fuerte una fuerza que el
no había sentido nunca, un odio inmenso e incontenible.
Y sin mas se soltó los
pies sin casi darse cuenta y se abalanzo sobre el primer macho que
tenia mas cerca mientras de sus entrañas le salia un rugido sordo
que resonó en toda la sala.
Cuando fue consciente de
lo que había pasado estaba bañado de sangre y no era
toda suya, estaba mareado
y se apoyo en la pared tenia la vista desenfocada y no tenia aire en
los pulmones, cuando miro a su alrededor sus pupilas se dilataron, la
sala estaba cubierta de sangre por todas partes en las paredes en el
suelo y el único que estaba en pie era el, los demás que antes se
reían, estaban desparramados por el suelo, con los cuerpos
desmembrados esparcidos por doquier.
En ese instante Jerone se
dio cuenta de que eso lo había hecho el y una sensacion
extraña se apodero de el
y empezó a reír a carcajadas resonando en las paredes, perdió la
noción del tiempo, hasta que al final salio de allí dando tumbos, le
dolía el cuerpo, tenia los músculos engarrotados y apenas podía andar
¿donde se había ido toda esa fuerza y toda esa energía que antes
sentía? Cuando encontró algo de ropa se la puso sin quitarse la
sangre que llevaba en su cuerpo y salio de aquel lugar, cuando noto
el aire helado respiro muy hondo y echo a correr, ya era libre ….
Laura Red
No hay comentarios:
Publicar un comentario